Hablemos de dos casos:
1. Hace unos días pudimos ver cómo se creaban varios hashtag en relación al debate de los dos candidatos principales. Uno de ellos consiguió hacer que el suyo se convirtiera durante un tiempo en trend topic mundial. Por supuesto en su sede alardearon de que eso era síntoma del completo éxito de su candidatura. ¿Pero realmente consideraban que todos los comentarios eran positivos?
2. Por otro lado, el periódico Público.es incluye en su sección virtual un seguimiento de las menciones a los candidatos con la idea de reflejar “cuánto se habla de ellos”. ¿Y qué pasa si de uno se habla poco, pero muy en positivo y de otro se habla mucho en negativo?
Bien, estas son mis palabras mágicas sobre Análisis de Inteligencia para hoy: ¿el cuánto nos sirve para valorar el cómo?
Está claro que nadie pone en duda que cuantos más seguidores y más menciones mayor es el impacto sobre la opinión pública. Pero, ¿y la calidad o el valor de ese impacto? ¿Podemos decir realmente que porque un candidato es el más mencionado, o es del que más se habla en la red, es el que está mejor posicionado para ganar las elecciones o tiene mejor imagen? ¡Cuantas veces se ha convertido en TT un famoso al equivocarse en sus twitt! Hace nada le tocó pasar la vergüenza al conocido cantante Alejandro Sanz al equivocar un nombre con otro.
Es cierto que hay algunas herramientas como Socialmention que intentan acercarse a valorar el “sentimiento” del contenido de los "piares" del pájaro azul, pero todavía a día de hoy este tipo de herramientas no llegan a ser del todo certeras. Tal vez, con el avance de la web semántica podamos llegar a ver un salto al respecto. Mientras, conviene tener mucha prudencia en nuestras ágiles valoraciones derivadas de la fascinación de los números.
Un poco más sobre comunicación en "La vulgar comunicación de los políticos de España..."
